El país permanece enfrascado en discusiones que perdieron vigencia, y descuida la calidad infraestructura logística, factor que define hoy el grado de competitividad de las economías

Nada es tan reconfortante como cuando la realidad le lanza un terrible cachetazo a la política y la obliga a recurrir a la ciencia, al estudio y a la planificación. La realidad del comercio exterior, tan limitada a as políticas cambiaria y comercial, conmina ahora a echar un vistazo a la ciencia logística, al estudio fino de los procesos de la cadena de valor, al conocimiento acabado de la capilaridad en la distribución y el abastecimineto.

Puede que la Argentina se mantenga todavía al margen, atrasada como elige estar unos 10 años a las prácticas del mundo desarrollada, enfrascada en la visibilidad limitada de la política, y no acuse todavía los bofetazos de la inficiencia del transporte, de las demoras de las operaciones, de la burocracia del papel. Pero el tiempo llegará, inevitablemente.

Así lo advierte el Banco Mundial, que publicó días atrás un nuevo informe sobre la performancelogística de los países, un tamiz que analiza qué hace que un país tenga un excelente o un pobre desempeño logístico, bajo la premisa de que ésta  performance es excluyente (el cachetazo) para el desarrollo económico.

La institución fua una de las pioneras en situar en la agenda dos verdades que maduraron con el tiempo: la primera es que el desarrollo económico de un país es directamente proporcional a su grado de apertura comercial e integración con el mundo; y la segunda es que los costos logísticos son los que determinan la inserción (o el desacople) de una economía con el mundo, desplazando rápidamente a las barreras comerciales tradicionales como los aranceles, y pisandole casi los talones a los muros paraarancelarios (trabas sanitarias, ambientales, etc).

En 2013, y a la par del Foro Económico Mundial, el Banco Mundial demostró que una reduccióm en los altos costos de las operaciones y la burocracia innecesaria que enfrentaban los operadores del comercio exterior podría brindar un impulso considerable al producto interno bruto mundial.

Desde 2007, el Banco Mundial procura medir el pulso logístico de los países, y encuesta al sector privado (unos 1000 referentes en todo el  mundo) para evaluar la eficiencia de las cadenas de abastecimiento de cada nación, lo que traduce en el informe anual «Conectarse para competir: la logística comercial en la economía mundial».

Un total de 160 países sometidos a un examen en variables como el papel de las aduanas como facilitadoras del comercio, la calidad de la infraestructura asociada a las exportaciones e importaciones y los tiempos operativos.

«En los países que tienen costos altos de logística, a menudo el factor que más contribuye a dichos costos no es la distancia entre los socios comerciales, sino la confiabilidad de la cadena de abastecimiento», destaca Jean Francois Arvis, economista senior del sector de transporte del Departamento de Comercio del Banco Mundial, en la representación del trabajo, que consagró a Alemania y a Somalia en los extremos más alto y bajo, respectivamente, del ranking. La Argentina se ubicó en el puesto 60.

Recomendaciones

En función de los ingresos de cada economia, las recomendaciones son diferentes. Así, los países de ingresos bajos necesitan invertir en infraestructura y en gestión de aduanas de frontera, mientras que los países de ingreso medio, como la Argentina, deben mejorar los «servicios de logística y, en especial, de la subcontratación de las funciones especialidades, como el transporte, el despacho de cargas y el almacenamiento», seañala el informe.

En tanto, los países de altos ingresos sintonizan con minucias como la «logística verde».

Fernando Balzarini, director general de Miebach consulting, advierte que «el sistema cisruclatorio» de una país, la logística, sufré acá porque a los pirvados les cuesta optimizar los tramos de la cadena que dependen del Estado, que incluyen el transporte, la burocracia del comercio exterior y la falta de previsión.

«Tenemos el caso de una multinacional que quieen un almacén automatizado para ultracongelados con normas green. La materia de discusión es poder o no garantizar el presupuesto en dólares, si salen o no las DJAI, cuando salen las DJAI…La Argentina tiene hoy problemas adicionales a los típicos de la lejania y la escala», sintetiza.

Fuente: LA NACIÓN