El puerto vuelve a la inactividad

MSC canceló la escala del portacontenedor por falta de calado, el servicio se había reestablecido en febrero, tras 33 meses de cierre de la terminal

La imagen resume la impotencia que sienten los más de 200 estibadores que miran con preocupación su futuro laboral. Un camión carga un contenedor vació para llevar a una planta frigorífica, cargarlo con pescado y transportarlo 400 kilómetro por la Autovía 2 hacia Buenos Aires.

El puerto de Mar del Plata estuvo 33 meses con el servicio de buques portacontenedores interrumpido por la falta de profundidad en sus canales de acceso. La Nación y la provincia invirtieron más de 100 millones de pesos en recuperar un calado de 11,60 metrosm pero no contemplaron dragar al pie de muelle.

A fines de febrero pasado, luego de prolongadas negociaciones, MSC incluyó a Mar del Plata en la hoja de ruta que unía al puerto de Navegantes con los de Rosario y Zárate, con una frecuencia de 10 días. El Henriette Schule, de 180 metros, comenzó a levantar carga refrigrerada de la industria pesquera, pero también seca, como miel y harina de pescdado.

Pero fue un espejismo. Tras el último viaje, el capitán del barco protestó ante el Consorcio Portuario. «El puerto es inseguro para el atraque del buque por falta de profundidad», dijo Oleg Savvov.

De manera rudimentaria, el oficial midió el calado donde había amarrado su barco. El relevamiento arrojó una profundidad de 7,10 (hace dos meses había 7,90). «Con el actual calado es imposible mantener la escala, ni siquiera como primer puerto». le avisaron al consorcio desde MSC. » Vamos a cancelar la escala; cuando draguen, volveremos». sentenciaron.

La decisión no solo afecta no solo afecta a los estibadores sino a más de 500 trabajadores que aumentaron la carga horaria a partir de la decisión de muchos armadores poteros de comenzar a descargar calamar en Mar del Plata por la presencia del portacontenedor.

En el Consorcio aducen que en realidad el buque amarró 10 metros hacia la Selección VIII del muelle de ultramar. Un área donde no llegó a trabajar a Mendoza. Otras fuentes reconocen que si bien el día de la última entrada había una bajante pronunciada, el barco nunca tocó el fondo.

Los canales de acceso al puerto fueron dragados por los equipos chinos asociados al Grupo Román. En noviembre se fueron del puerto dejando la obra inconclusa, aunque renunciaron a cobrarla en su totalidad. La provincia todavía le adeuda parte del trabajo.

Las tareas de profundización del muelle de amarre y la zona de radio de giro del Henderiette Schulte corrieron por cuenta de la draga. Mendoza. O lo que queda de ella. Apenas funcionó con la mitad de una de las dos bombas de succión. Hoy ya no esta para reeditar el milagro y por estas horas todo es desesperación entre los operadores portuarios.

Las autoridades bonaerenses deberían mostrar mejores reflejos para correr del papelón al puerto marplatense, otra vez en el centro de la escena, reeditando a su postal de inactividad como en los ultimos años. Al cierre de esta edición nadie en La Plata si edición nadie en La Plata siquiera había mostrado interés en conocer la situación. El gobernador quiere desarrollar todos puertos como política presidencial. Todavía tiene deudas pendientes con los bonaerenses. La industria pesquera era la gran beneficiaria del restablecimiento del servicio, con con un flete apenas más barato que saliendo por Buenos Aires, pero sin los costos extras de los servicios de logística y con mayor seguridad en el tránsito de la carga.

La posible solución no está lejos: En Puerto Quequén está amarrada la «Amerigo Vespuci», una draga de succión de Juan De Nul. Los belgas ganaron una licitación por US$24 millones para llevar los canales a 45 pies de profundidad. En Mar del Plata, «perla industrial del Atlántico», la falacia que cada tanto repite el intendente Gustavo Pulti, no se pueden superar los 30.

Todavía resuenan las palabras de Horacio Tettamanti, subsecretario de Puertos y Vías Navegables, el recibir el portacontenedor: «Con este buque se evidencia que el puerto está expedito para que puedan ingresar este tipo de barcos», dijo a pie de muelle.

Otra muestra que la realidad y el relato caminan por calles paralelas.

Fuente: LA NACIÓN

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