Por la caída de ventas en Brasil, más terminales argentinas suspenden turnos de producción

El sector atraviesa momentos difíciles por la menor demanda externa. A Volkswagen y Fiat podrían sumárseles otras automotrices

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El sector automotor, importante factor del crecimiento industrial en la primera mitad de 2013, se encuentra atravesando momentos difíciles. Algunas terminales locales, afectadas por la caída de la demanda en Brasil, adonde se dirige más del 85por ciento de las exportaciones argentinas de vehículos, tuvieron que suspender turnos de producción y otras están analizando adoptar la misma medida. Esto, pese al buen momento que atraviesan las ventas en el mercado doméstico.

En las últimas semanas se dio a conocer la noticia de que las plantas de Fiat y Volkswagen, ambas ubicadas en Córdoba, suspendieron turnos como consecuencia de la menor demanda externa.

Otra terminal, que destina cerca del 80 por ciento de sus exportaciones al mercado brasileño, también suspendió a una parte de su personal, según consignó La Nación.

La medida afecta a alrededor de 200 operarios, que mientras dure la suspensión recibirán, como medida compensatoria, cursos de capacitación.

Los efectos de las suspensiones se sienten también, aunque en menor medida, en el sector autopartista. «Los proveedores de Fiat han sido los más afectados», aseguró una fuente del sector, que explicó que los ajustes en esas empresas se limitaron, por lo pronto, al personal contratado y a las horas extras. En Fiat afirman que este mes habrá menos suspensiones que en agosto.

En otras terminales, y siempre en estricto off the record, afirman que las suspensiones son una posibilidad que no se descarta. «No hemos suspendido aún, pero es un tema que se está analizando día a día», dijeron en una automotriz.

«No hemos dispuesto ninguna suspensión, pero estamos con las luces amarillas encendidas», admitieron en otra. La variable determinante, coincidieron todos, es la evolución de los despachos a Brasil.

En el acumulado de enero a agosto, según la Asociación de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (Anfavea), los patentamientos de vehículos nuevos en ese país registraron una caída de 1,2 por ciento frente al mismo período de 2012. Sólo en agosto la baja interanual fue de 21,6 por ciento.

En ese mes, después de cinco meses consecutivos de crecimiento, la producción y las exportaciones nacionales de autos sufrieron una caída interanual, según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).

Las ventas en Brasil contrastan con lo que ocurre en el mercado interno, donde los patentamientos, según la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), crecieron un 9,6 por ciento interanual en el acumulado de enero a agosto. De hecho, en algunas terminales resaltaron que fue, precisamente, el buen desempeño del mercado local el que evitó que hasta la fecha se concretaran más suspensiones.

La sensibilidad del sector automotor nacional ante una caída en la demanda de Brasil se debe a la creciente dependencia hacia ese mercado.

En el acumulado de enero a agosto, según Adefa, la Argentina exportó 296.328 vehículos, lo que representa el 55 por ciento de la producción total en el mismo período.

El 86,1 por ciento de las ventas al exterior (255.261 unidades) se dirigieron a Brasil. A modo de comparación, en 2007 se exportaron 316.410 vehículos y la participación de Brasil fue de 62,1 por ciento.

En ese año el segundo mercado de exportación fue México, con una participación cercana a 13 por ciento. Actualmente el segundo mercado en importancia (Europa) abarca apenas 4,6 por ciento de las exportaciones y México pasó a tener una participación marginal de 2,1 por ciento.

Referentes del sector, entre ellos algunos gerentes regionales de terminales instaladas en el país, relacionaron la creciente dependencia con el mercado brasileño con la pérdida de competitividad de la industria argentina en general.

Para Jorge Todesca, director de Finsoport, es difícil pensar que con las condiciones actuales de costos y tipo de cambio el sector automotor nacional pueda exportar en grandes cantidades a otros destinos, más allá de Brasil.

Sin embargo, considera que la dependencia de ese país también puede ser vista como una oportunidad, ya que el mercado doméstico no es lo suficientemente grande como para sostener la industria automotriz. «Sin Brasil no tendríamos una industria como la que tenemos», explicó.

Luz de esperanza
En opinión de Gonzalo Dalmasso, coordinador de Sector Automotriz de abeceb.com, las ventas de autos en Brasil podrían mostrar un ligero repunte en los últimos meses del año. El experto argumentó que el beneficio de la reducción del IPI (impuesto a los productos industrializados) sobre el precio de los vehículos vence el 31 de diciembre, lo que alentaría algunas ventas anticipadas.

Además, según consignó el matutino, a partir de 2014 los autos que se vendan en Brasil deberán tener frenos ABS y doble airbag, por lo que podría haber promociones en los modelos que no cumplen esos requisitos.

Sobre la base de esto, y por el hecho de que en Brasil se paga el aguinaldo completo en diciembre, Dalmasso cree que en el último cuatrimestre los envíos a Brasil -y, por tanto, la producción local- serían similares o apenas menores que en el mismo período del año pasado, pero mayores a los de julio y agosto.

Fuente: i Profesional

 

 

 

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